domingo, 25 de octubre de 2009

Motores de la conducta humana. 2: valores y normas

LOS VALORES Y LAS NORMAS


............En la balanza de la conducta humana, habíamos clasificado los motores en dos platillos representando dos tendencias contrapuestas. Uno de los platillos correspondía a los motores “egoístas”, en el sentido de que se centran en la complacencia y supervivencia del agente individual. En el otro lado, colocábamos un platillo con los motores que trascienden las necesidades inmediatas del yo, lo contextual, y que serían aquellas tendentes a encontrar una quizá una estabilidad de criterio, unas pautas fijas de conducta: en definitiva, unas constantes. Pero estas “constantes” no vienen dadas: en su mayoría se van formando y se desarrollan a lo largo del proceso de socialización, por lo que son fuertemente influidas por la sociedad en que educamos. Aquí situábamos los valores.

LOS VALORES
Definición de “valor”
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......Un valor es todo lo que se considera deseable por sí mismo, y no por razón de otra cosa. Por ejemplo, deseamos un empleo porque necesitamos ganar un sueldo; deseamos tener tiempo y condiciones para estudiar porque deseamos aprobar unos exámenes, y esto a su vez porque deseamos una formación o una cualificación; deseamos un coche porque necesitamos desplazarnos (o nos apetece desplazarnos con comodidad, o deseamos exhibir un estatus social…).
........Hay muchas cosas que deseamos no en sí mismas, sino en virtud de lo que nos reportan, y no siempre somos conscientes de qué queremos realmente. Esto es importante a la hora de elegir; siempre que se puede, conviene analizar qué buscamos realmente en algo que “deseamos". Por ejemplo, nuestra propia vocación: a la hora de elegir una carrera, una profesión o, simplemente, un estilo de vida, nos jugamos la felicidad que esperamos encontrar en ello si confundimos lo que “creemos” que queremos con lo que queremos realmente: seguridad, valoración externa, riqueza…
.........Pero la cosa se complica más, porque hay distintos tipos de valores, y a veces hay que discriminar unos para alcanzar otros. Podemos hablar de valores sociales (cada sociedad valora un cierto tipo de conductas y premia o castiga según esos parámetros; la aceptación social es importante para sobrevivir); valores estéticos (la belleza: entre dos objetos igualmente funcionales preferiremos el más hermoso); corporales (salud, placer, fuerza, agilidad…); valores económicos (entre dos objetos iguales preferimos el que resulta más rentable o más barato…)… Y existen también otro tipo de valores, a los que más nos referimos cuando utilizamos este término: los valores morales.

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Un valor moral sería aquello que se considera deseable por sí mismo con respecto a los conceptos del bien y el mal, lo justo y lo injusto.
Sistema de valores
...........Hemos visto que hay distintos tipos de valores, algunos de los cuales –según la propia personalidad o el momento de la elección− tendemos a preferir sobre otros. En la medida en que seamos más conscientes de nuestras preferencias, podremos elegir mejor y nos arrepentiremos menos de lo que tengamos que sacrificar en esa elección.
Un sistema de valores es un conjunto de valores jerarquizado que forma el patrimonio moral de una persona o grupo social.


..........Según quién entendamos como sujeto del sistema de valores (un individuo o una sociedad) y según atendamos a la naturaleza misma de los valores, podemos distinguir tres tipos, o si se prefiere plantearlos desde tres dimensiones distintas:

· Sistema de valores social: cada sociedad posee su propio sistema de valores. En la Edad Media, por ejemplo, predominaba el ideal de caballero; en el Renacimiento el hombre desarrollado en su integridad intelectual; el héroe homérico destacaba el honor y el reconocimiento, mientras que Aristóteles nos presenta un ideal de ciudadano más acorde con sus tiempos… Podríamos añadir las diferencias de valores entre la actual cultura occidental y las culturas orientales: el individualismo radical o la sumisión al grupo, el papel de la mujer, el concepto de libertad… Un sistema de valores social varía según las culturas, en el espacio y el tiempo.

· Sistema de valores universal: serían los valores en sí, objetivos, verdaderos y absolutos, al margen de que los conozcamos y/o reconozcamos. Tendemos a creer en su existencia en la medida en que el juicio moral en sí, como vimos, se caracteriza por ser universal (nadie debería / todos deberían…) y porque existen cierto tipo de valores coincidentes en todas las culturas. Las teorías éticas que niegan su existencia son los relativismos morales.

· Sistema de valores individual: según la sociedad en que nos educamos y según nuestra propia racionalidad, vamos configurando un sistema de valores propio. El sistema de valores individual es lo que el individuo asimila según su conciencia y educación.

Los distintos valores guían nuestra conducta y dan forma a nuestros deseos; pero a menudo pueden entrar en conflicto entre sí: querer fumar o comer mucho y querer estar sano (placer vs. salud); desear ser bueno y no tener que sacrificar los propios intereses...(conciencia vs. bienestar)…. De ahí que sea necesario reflexionar sobre los propios valores, su origen y naturaleza (individual o social, moral o de otra índole...) para establecer una adecuada jerarquía de valores. Éste es el punto de partida del hedonismo racional de Epicuro.

LAS NORMAS

........Una norma es una pauta de conducta que se considera adecuada y se impone seguir.

........Las normas son necesarias para la convivencia. Algunas de ellas pueden ser convencionales (frenar con el semáforo en rojo y seguir en verde), pero deben ser respetadas porque responden a un acuerdo común para convivir. Otras son más obvias en sí mismas (no matar, respetar la propiedad ajena, pagar impuestos…). La ley –si no está supeditada a meros intereses de poder− intenta regular la convivencia dictando este tipo de pautas que se impone seguir y penalizando a quienes las incumplen.
........Pero a veces la imposición no nos viene dictada desde el exterior, sino desde la propia conciencia. Entonces nos encontramos ante una norma moral: es aquella imposición que nos viene dictada desde dentro, impuesta por un criterio moral, y cuyo incumplimiento nos genera remordimientos. De aquellos que privilegian estas normas sobre cualquier otra se dice que poseen autonomía moral; si se actúa por mera obediencia o valoración externa se es heterónomo.

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