domingo, 7 de noviembre de 2010

Agustín de Hipona, I: contexto

AGUSTÍN DE HIPONA

CONTEXTO HISTÓRICO, FILOSÓFICO Y CULTURAL

 (Tagaste, Numidia -provincia imperial africana-, 354 Hipona-Hippo Regius-  430)


VIDA

Hijo de un patricio y Santa Mónica, quien le enseñó los principios básicos de la fe cristiana. Estudió en Cartago y allí destacó por su genio retórico y su gusto por la literatura, en especial el teatro clásico. Su juventud está marcada por su espíritu sensual y mujeriego, lo que causaba gran sufrimiento a su madre, aunque nunca abandonó sus estudios, especialmente los de filosofía, cuyo gusto despertó la lectura del Hortensius de Cicerón. Abrazó el maniqueísmo y después se hizo escéptico. A los 29 años partió a Roma, capital del imperio, y fue nombrado maestro de retórica en Milán, donde se familiarizó con las doctrinas escépticas y las neoplatónicas a través de la lectura de textos de Plotino. En Milán conoció al obispo Ambrosio, por cuyo trato se convirtió al cristianismo (para gozo de su madre) y quien le dio la clave para interpretar el A.T., a cuya lectura se añade la de San Pablo. A través del neoplatonismo encontró solución a los problemas del materialismo y el mal. San Pablo le ayudó a resolver el problema de la mediación y la gracia. En el 386 se consagra al estudio del cristianismo y renuncia a su cátedra, y en el 387 es bautizado en Milán; regresa a África, muriendo su madre en Ostia. En Tagaste vendió sus bienes y repartió las ganancias entre los pobres, dedicándose al monacato. En el 391 viaja a Hipona y allí es elegido sacerdote y posteriormente obispo en el 395. Murió en el 430 durante un sitio de los Vándalos.

HISTÓRICO

La vida de Agustín de Hipona se desarrolla durante el Bajo Imperio Romano. El imperio estaba dividido en Oriente y Occidente desde Teodosio (quien lo repartió entre sus dos hijos, Arcadio y Honorio, quedándose el primero con Oriente y el segundo con Occidente).
Por los edictos de Constantino (Milán, 313) y Teodosio (Tesalónica, 380) el Cristianismo había sido primero legalizado y después convertido en religión oficial, por lo que sus doctrinas se van a ir configurando mediante argumentaciones contra otras religiones y doctrinas filosóficas: arrianismo, pelagianismo, gnosticismos… junto con las doctrinas escépticas, estoicas y neoplatónicas que dominaban el ambiente intelectual.
En lo social, esta época se caracteriza por una decadencia de la vida urbana causante de una ruralización creciente, factores debidos a a las crisis económicas e inestabilidades políticas, que causaron que la población buscase sustento en el campo. A la debilidad y excesiva alternancia de emperadores se suman el descontento del ejército, mal pagado y sufriendo un aumento de elementos germánicos. Las continuas razzias o ataques de los bárbaros del Norte debilitaban cada vez más el imperio. Roma cayó contra los visigodos en el 410.

FILOSÓFICO


Los rasgos más destacables en la cultura de este período histórico pueden resumirse en dos factores: el eclecticismo religioso y filosófico y el contraste entre la tradición filosófica griega y las doctrinas cristianas, que utilizarán la metodología filosófica para afirmar y defender sus dogmas.

1. Eclecticismo religioso y filosófico.
a) La filosofía se caracteriza por la mezcla de tradiciones académicas, entre las que destacan el escepticismo, el estoicismo (corriente filosófica predominante durante todo el imperio) y el neoplatonismo. Agustín de Hipona conoció especialmente las obras de Cicerón (cuyo Hortensius le despertó a la filosofía), el estoico Séneca y los neoplatónicos Plotino y Porfirio.
b) en cuanto al ambiente religioso, el Cristianismo de esta época convive con cultos mistéricos de procedencia oriental y sobre todo con distintas corrientes heréticas, entre las que destaca el maniqueísmo (cuya principal doctrina es la aceptación de dos principios opuestos: el bien y el mal, y a cuya doctrina estuvo adherido Agustín), el pelagianismo (doctrina contra la que dirige muchos de sus argumentos y que rechazaba las ideas del pecado original y de la Gracia), y diversas formas de gnosticismos (conjunto de corrientes esotéricas y sectarias de diversos ámbitos que consideran que se puede adquirir un conocimiento noético de Dios).

2. Enfrentamiento Cristianismo/ filosofía clásica griega.
Debido a las diversas controversias doctrinales, el Cristianismo va a recurrir al pensamiento filosófico para configurar su doctrina. Son sin embargo varios los puntos de contraste entre la filosofía griega y el pensamiento cristiano, destacando:
a) Creación. La creatio ex nihilo (creación de la nada), considerada un misterio, es ilógica por incomprensible desde el punto de vista racional.
b) Historia: cobra una especial relevancia en el pensamiento cristiano por: i) Dios entra en ella: se hace hombre; la filosofía griega relacionó a Dios con el Cosmos; el Cristianismo con la Historia. ii) Se introduce un sentido lineal del tiempo: desde la creación del mundo y el hombre hasta el Juicio Final..
c) Sobre la verdad. Para los griegos, el conocimiento tiene unos límites racionales; para los cristianos, la verdad absoluta es revelada por Dios.
d. Concepción del hombre. Se introducen nuevas nociones sobre la libertad humana, el pecado original y la visión del hombre como criatura de Dios y su salvación.

En este ambiente, las influencias recibidas por Agustín pueden cifrarse en:
- Filosóficas: le influye especialmente el Neoplatonismo, corriente en la que encontrará respuesta al problema del mal como alejamiento de Dios o el ser. Agustín interpreta el platonismo a través del Fedón (inmortalidad e Ideas) y el Timeo (origen y formación del universo). Como puntos de controversia, pueden destacarse sus ataques a los escépticos.
- Religiosas. De la literatura cristiana hay que mencionar la Patrística: corriente en la que se le adscribe, y en la que tiene como antecedentes, entre otros: en Alejandría, Clemente y Orígenes; en África Noroccidental, Lactancio, Tertuliano y San Cipriano… Maniqueísmo: herencia del problema del mal. Como puntos de controversia, pueden destacarse sus ataques a los pelagianos.

SOCIAL Y CULTURAL
Junto a la ruralización de la vida y el descenso demográfico, en el ambiente cultural hemos destacado ya el eclecticismo intelectual y religioso, fruto de la convivencia de las distintas tradiciones de las provincias imperiales.
Arte: más tosco que en períodos anteriores del imperio. Aparecen nuevos temas de iconografía cristiana. Destacan las villas decoradas con ricos mosaicos. En cuanto al arte paleocristiano, tras la tolerancia de su culto y su paso a religión oficial, que hace que se abandone el arte de las catacumbas, destaca el uso de la basílica como templo.
Literatura: junto a conservación de obras clásicas de diversa índole, destaca el florecimiento de la patrística.

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