lunes, 17 de enero de 2011

HUME II: Gnoseología

HUME
GNOSEOLOGÍA


     Como empirista, Hume considera que todo conocimiento procede, en último término, de la experiencia; esta es lo único que nos consta para explicar el mundo. Para explicar esta procedencia recurre a los siguientes esquemas:

A. ELEMENTOS DEL CONOCIMIENTO

 a) Las impresiones. El principio y límite de todo conocimiento son las impresiones, que son los datos que captamos directamente por los sentidos. Éstas pueden ser
· Simples: no divisibles en otros términos (color, aromas…) y
· Complejas: conjunto de impresiones simples que forman una unidad (paisajes, objetos...)

b) Ideas. Para Hume, son las huellas que dejan las imrpesiones en nuestra mente. Las ideas proceden de las impresiones, y se distinguen únicamente por el grado de vivacidad. Se dividen también en simples y complejas.
· Simples. Proceden directamente de las impresiones simples.
· Complejas. Composición de ideas simples, que no necesariamente proceden de las impresiones complejas. Así, explica la presencia en el alma de ideas que nunca hemos percibido directamente. En ´´ultimo término, se componen de ideas simples que proceden de impresiones simples.
     A partir de las ideas simples se pueden recombinar nuevas ideas y dar lugar así a los objetos y seres de la imaginación. Esto explica que tengamos ideas que no parezcan provenir de la experiencia.

B. TIPOS DE CONOCIMIENTO

a) De relaciones entre ideas. Es el ámbito de los conocimientos formales (álgebra, geometría, aristmética, lógica...). No hay ideas innatas, sólo el estudio de las relaciones entre ideas una vez abstraídas éstas como contenido.
     E: "un triángulo tiene tres ángulos"; "los ángulos de un triángulo suman 180º"...

b) De hechos. Abarca el ámbito de la existencia, de la vida, no de la reflexión. Sobre ellos no se da certeza demostrativa, sólo probabilidad.
     E.: "César cruzó el Rubicón"; "Alejandro Magno conquistó Persia"...

Estos dos tipos de conocimiento dan lugar a dos tipos de proposiciones:

1. Analíticas. El predicado está contenido en el sujeto. En el ejemplo del triángulo, su contrario implica contradicción lógica. Provienen de la razón y la reflexión. No incrementan el conocimiento, sólo lo aclaran.

2. Sintéticas. El predicado no está incluido en el sujeto. Su contrario no implica contradicción lógica. Provienen de la creencia. Por ejemplo: "el fuego quema". No podríamos saberlo si no lo hubiéramos experimentado antes (no es necesario que sea uno mismo: podemos fiarnos de las experiencias contrastadas de todos los demás humanos).
Lo que impulsa al asentimiento de este tipo de proposiciones es un sentimiento; proporcionan creencia, no certeza. Hume habla de dos tipos de conocimiento probable:
     - El meramente probable (puede que mañana llueva)
     - El de evidencia superior: proviene de pruebas del pasado. Se trata de certezas vitales, suficientes para la vida. Aquí entran las cuestiones causales.

Hume afirma que:
todos los enunciados analíticos son a priori y
todos los enunciados sintéticos son a posteriori.
     Esta constatación implica, como consecuencia lógica, la imposibilidad de acrecentar a priori nuestro conocimiento: la ciencia empírica, por tanto, en cuanto plantea leyes universales, carece de consistencia lógica.


CRÍTICA AL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD

     La causalidad podría definirse como la dinámica de la imaginación ante lo que la presencia de una idea nos lleva a inferir otra idea (por costumbre o memoria) como su efecto o causa.

Génesis. No surge a priori, sino fundada en la experiencia. El predicado, por tanto, no está incluido en el sujeto. Por ejemplo: a fuerza de observar que al meter la mano en el fuego nos quemamos, aprendemos que el fuego quema.
     Hume no va a negar su configuración ontológica (no podemos salirnos de nuestras impresiones, por tanto no podemos afirmar nada sobre cómo funciona el mundo en sí), sino que podamos dar una explicación racional de ello: éste es un terreno gnoseológico. La causalidad no es una impresión más: percibimos el fuego, sentimos el calor, pero no percibimos "la causalidad" entre ambos efectos. Este principio aparece así sólo como una ley del pensamiento, con lo cual queda subjetivizado. Es una ley sin la cual el hombre no podría hacer previsiones sobre el mundo y actuar en él. Su naturaleza última es, pues, de necesidad psicológica, no lógica.
     La repetición de que a un suceso le siga otro no informa de que exista una conexión necesaria: esto es producto del prejuicio de la uniformidad de la naturaleza. Sentimos una determinacion de la mente a pasar de un suceso a otro que habitualmente le sigue; esto es una creencia, fruto del hábito.

    La conclusión es que, si todo conocimiento proviene de la experiencia, podemos tener impresiones del pasado y del presente, pero no del futuro, porque del futuro no tenemos experiencia. La ciencia empírica, en cuanto pretende ser conocimiento necesario y por tanto predictivo, carece de consistencia lógica.

La física contemporánea da la razón a esta crítica humeana de la ciencia determinista: el universo cuántico funciona generando sus propias leyes, y es posible concebir universos donde las leyes físicas sean distintas a las de nuestro mundo.
Película recomendada: Amanece que no es poco, de José Luis Cuerda. Ver enlace:
http://cadenasverticales.blogspot.com/2009/07/amanece-que-no-es-poco.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario