jueves, 27 de enero de 2011

Rousseau: I, contexto

CONTEXTO HISTÓRICO, SOCIOCULTURAL Y FILOSÓFICO


Vida

     Nació en Ginebra (Suiza) y murió en Francia. Se educó como calvinista ortodoxo; su madre murió siendo niño y fue criado por una tía. A los 12 años dejó los estudios y probó varios oficios; huyó de Ginebra a Saboya y se refugió en casa de un sacerdote católico, bajo la excusa de querer convertirse; profesó esta fe hasta cambiarse al protestantismo. Cuando tenía 10 años su padre se exilió y él quedó al cuidado de unos tíos. A los 16 años abandonó su ciudad natal (se cree que sufría manías persecutorias). A los 33 años entró en contacto con Voltaire, Diderot o D’Alambert. Por su carácter cada vez más amigos se distanciaban de él. Fue desterrado de Francia por sus publicaciones El Emilio y El contrato social. Fue acogido en 1762, junto a su amante, en Inglaterra por su amigo Hume, donde vivió retirado en el campo por se considerado un hombre malvado y depravado. Pero la locura de sus manías persecutorias le enfrentaron incluso al pobre y fiel Hume. Huyó a París donde murió (se sospecha que se suicidó).

     Considerado por algunos un ilustrado, fue en realidad un reformador y crítico de la Ilustración, y un antecedente del Romanticismo. Su pensamiento, expresado en sus Confesiones, es fruto más de una experiencia vital que de una reflexión puramente racional. Sus ideas influyeron en la Revolución Francesa, la ideología republicana y la configuración de los nacionalismos.

CONTEXTO HISTÓRICO

      El siglo XVIII, llamado “siglo de las luces”, es la época del despotismo ilustrado. En España Carlos III defendía la máxima de “todo por el pueblo, pero sin el pueblo”; en Francia gobernaba Luis XVI, en Prusia Federico II.
     Como acontecimientos destaca el Terremoto de Lisboa (1755), a partir del cual Rousseau mantuvo una agria polémica por las interpretaciones filosóficas que hicieron del mismo.
     Si en Inglaterra se había instaurado ya el Parlamentarismo, en Francia pervivía la sociedad estamental, pese a la nueva realidad social e intelectual (una burguesía económicamente pujante en el mundo y un ambiente ilustrado); esto desembocará en la Revolución Francesa. (toma de la Bastilla, 1789).

CONTEXTO SOCIO-CULTURAL

     El factor cultural predominante es la Ilustración: domina la creencia en el poder de la razón para desarrollar a la humanidad, contra los fanatismos, dogmatismos y guerras religiosas. Los países más ilustrados son Francia −donde destacan los philosophes y la creación de la Enciclopedia−, Alemania e Inglaterra.
     Uno de los hitos más importantes de esta época es la secularización. Asociado a este culto a la razón se desarrolla el deísmo religioso: consiste en una defensa de la religión natural y un rechazo de las institucionalizadas. En ello influye y a la vez lo refleja la aparición de la Masonería.
     En cuanto al arte, predominan dos estilos asociados a los gustos de dos grupos sociales diferentes: el Rococó, que refleja los gustos e intereses de la nobleza, frente a Neoclasicismo, que hace lo mismo con respecto a la burguesía.
     En ciencia está ya consagrada la física de Newton. Este progreso de la ciencia, con su entrada en lo que Kant denominará “el camino seguro del saber”, junto con las innovaciones técnicas como la máquina de vapor y otras, precursoras de la Revolución Industrial, refuerzan notablemente la idea de progreso que domina el espíritu de la época.

CONTEXTO FILOSÓFICO

     El contexto de la Ilustración otorga un predominio al papel de la razón en el progreso social y moral de la humanidad. La creación de la Enciclopedia es una muestra del ideal de educar al pueblo como vehículo de desarrollo de la civilización.
     A Rousseau le influyen especialmente las teorías políticas; permaneciendo al margen de la gnoseología. En este terreno político destacan las teorías contractualistas, iniciadas en Inglaterra por Hobbes y Locke, que intentan explicar los orígenes y funciones del Estadosirviendo así de crítica a los sistemas monárquicos justificados en el derecho divino y que explican el origen del mismo como fruto de un pacto o contrato entre los hombres, que delegan su libertad en pro de ventajas para el grupo. Hay que añadir la influencia de la teoría política de Montesquieu, quien planteó la división de poderes del Estado moderno.
     En esta misma época, y bajo la influencia del Empirismo, surge la filosofía sensualista de Condillac y Helvetius.

     En este contexto se inscribe la filosofía de Rousseau, quien se presenta como contrapunto de los ideales ilustrados y que se acabará constituyendo en padre del Romanticismo, como promotor de la apelación al corazón y la “sensibilidad”; por su crítica al papel artificioso de la razón sobre los sentimientos naturales del hombre; por sus ideas sobre la naturaleza no social del hombre y su defensa de la bondad de lo natural y lo instintivo.

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