miércoles, 4 de mayo de 2011

ALGUNAS TEORÍAS SOBRE EL ORIGEN DEL ESTADO Y LAS LEYES SEGÚN LA NATURALEZA DEL HOMBRE




PLATÓN: en busca del Estado ideal

     Plantea una teoría sobre el Estado ideal basado en la justicia, como concepto objetivo que han de conocer los filósofos. Para que el Estado sea justo, cada persona, según la inclinación de su naturaleza (apetitivo, visceral o racional), ha de ocupar un puesto dentro de ella.



La ciudad nace, en mi opinión, por darse la circunstancia de que ninguno de nosotros se basta a sí mismo, sino que necesita de muchas cosas (…). Así pues, cada uno va tomando consigo a tal hombre para satisfacer esta necesidad y a tal otro para aquélla; de este modo, al necesitar todos de muchas cosas, vamos reuniendo en una sola morada a multitud de personas en calidad de asociados y auxiliares, y a esta cohabitación damos el nombre de ciudad”.
Platón, República, 369b-c.


ARISTÓTELES: el hombre como animal racional y social

     Para Aristóteles el Estado es la forma natural de vivir del hombre. Define al hombre como zoon politikón, es decir, animal social. Fuera del Estado (entendido como polis), el hombre pierde su naturaleza, deja de ser humano. Quien vive al margen del Estado es un animal o un dios.


(Política, libro 1,1)



"El porqué sea el hombre un animal político, más aún que las abejas y todo otro animal gregario, es evidente. La naturaleza - según hemos dicho - no hace nada en vano; ahora bien, el hombre es entre los animales el único que tiene logos."
(Política, libro 1, 1)



El hombre es el único animal que tiene logos. La voz es signo del dolor y del placer, y por eso la tienen también los demás animales, pues su naturaleza llega hasta tener sensación de dolor y de placer y significársela unos a otros; pero el logos es para manifestar lo conveniente y lo dañoso, lo justo y lo injusto, y es exclusivo del hombre, frente a los demás animales, el tener él solo el sentido del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, etc., y la comunidad de estas cosas es lo que constituye la casa y la ciudad.
TEORÍAS DEL PACTO SOCIAL


     Las teorías contractualistas son aquéllas que se basan en la idea de que el Estado es fruto de un contrato o pacto social entre los hombres. Distinguen de este modo entre el estado social y el estado de naturaleza. Pero no hay que entender por tal el estado históricamente primitivo del hombre, sino una abstracción conceptual para entender cuál es la base natural que legitime o justifique la formación y configuración de los distintos Estados.
     El contexto en que surgen es el de las transformaciones económicas y políticas que llevarán consigo las revoluciones burguesas y la aparición del mercantilismo y las nuevas formas de riqueza. Es un contexto histórico en que el derecho divino al gobierno, propio de las monarquías absolutistas, está estorbando los intereses comerciales de esa nueva burguesía adinerada, que ve frenada su actividad económica dentro y fuera de sus países por la dependencia de los aranceles y los permisos reales. En Inglaterra desembocará en el parlamentarismo, mientras que en Francia, más reacia a transformar la sociedad estamental y más aferrada al absolutismo, acabará desembocando en la Revolución Francesa.

HOBBES (1588-1679)

     El Estado surge a partir de un pacto social que establecen los hombres entre sí para su seguridad personal. El estado de naturaleza, para este autor, es un estado de guerra.
     Parte de que el hombre es malo por naturaleza (homo homini lupus: “el hombre es un lobo para el hombre”). Por ello necesita asociarse, delegando su poder, su capacidad de autogobierno, para garantizar su supervivencia. No obstante, si el gobernante no es capaz de proporcionar seguridad a la colectividad, los miembros de ésta pueden considerar roto el pacto y deponerlo. El Estado, entonces, es como un gigantesco hombre artificial, como Leviatán, compuesto por todos los individuos, instaurado para defender al hombre natural, que sin la existencia de este Estado estaría condenado a la guerra civil permanente. Dicho Estado está, pues, engendrado por el mismo hombre. No es natural, sino artificial, como artificial es una máquina. Este estado absolutista o Leviatán, mitad monstruo, mitad dios, es «el dios mortal al que debemos, bajo el Dios inmortal, nuestra paz y nuestra defensa» (Leviatán, 2, 17). Además del Leviatán (publicado en 1651) Hobbes dedicó al estudio del Estado otros textos importantes: Los elementos de la ley (1640) y De cive (1642).




LOCKE (1632-1704)

     El estado de naturaleza para este autor incluye ya de algún modo su naturaleza social. Es un estado de completa libertad e igualdad, en que rige una ley natural que obliga a todos: derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad.
     Parte, pues, de una teoría de los “derechos naturales” naturales del hombre. Estos derechos son revelados por la misma razón, sin necesidad de leyes. El principal de estos derechos básicos, anterior a las diversas constituciones, es el derecho a la propiedad privada.
     El contrato social que transforma el estado de naturaleza es consecuencia de la inseguridad que se genera cuando hay conflictos. En caso de conflictos, el hombre se vuelve egoísta y parcial.




ROUSSEAU (1712-1778)

     El Estado surge con la propiedad privada, que no existe en el estado de naturaleza.
     “El hombre es bueno por naturaleza, pero la sociedad le corrompe”. (El Emilio). Por ello debemos volver al estado de naturaleza.
     Rousseau sitúa la soberanía en la voluntad general, que sería el denominador común de todas las voluntades particulares. Se justifica aduciendo que, si no existiera en la sociedad ningún interés común, sería imposible hablar de una sociedad civil, y menos de un contrato social. Está, por tanto, en contra, de la división de poderes y de la delegación de poder.



JOHN RAWLS (1921-2002)

     Siguiendo las teorías del contrato social, Rawls se pregunta cómo formular los mejores principios de justicia para regir una sociedad bien ordenada y que ofrezcan un criterio de evaluación de sus instituciones y de su estructura básica. Parte de los siguientes principios:
     · Principios formales: libertad, igualdad y propiedad privada.
     · Principios de contenido: distribución de los bienes económicos y la igualdad de oportunidades.




Una sociedad está bien ordenada no sólo cuando está diseñada para promover el bien de sus miembros, sino cuando también está efectivamente regulada por una concepción de la justicia. Esto quiere decir que se trata de una sociedad en la cual: cada individuo acepta y sabe que los otros aceptan los mismos principios de justicia, y las instituciones sociales básicas satisfacen generalmente estos principios y se sabe generalmente que lo hacen.

Rawls: Teoría de la justicia.

Supongo a los hombres llegados a ese punto en que los obstáculos que se oponen a su conservación en el estado de naturaleza superan con su resistencia a las fuerzas que cada individuo puede emplear para mantenerse en ese estado. Entonces dicho estado primitivo [el de naturaleza] no puede ya subsistir, y el género humano perecería si no cambiara su manera de ser.
…Este paso del estado de naturaleza al estado civil produce en el hombre un cambio muy notable, substituyendo en su conducta el instinto por la justicia, y dando a sus acciones la moralidad que les faltaba antes.

J.J. Rousseau: Contrato social.

Si en el estado de naturaleza la libertad de un hombre es tan grande como hemos dicho; si él es señor absoluto de su propia persona y de sus posesiones en igual medida que pueda serlo el más poderoso; y si no es súbdito de nadie, ¿por qué decide mermar su libertad? ¿Por qué renuncia a su imperio y se somete al dominio y control de otro poder? La respuesta a estas preguntas es obvia. Contesto diciendo que, aunque en el estado de naturaleza tiene el hombre todos esos derechos, está, sin embargo, expuesto constantemente a la incertidumbre y a la amenaza de ser invadido por otros. Pues como en el estado de naturaleza todos son reyes lo mismo que él, cada hombre es igual a los demás; y como la mayor parte de ellos no observa estrictamente la equidad y la justicia, el disfrute de la propiedad que un hombre tiene en un estado así es sumamente inseguro. Esto lo lleva a querer abandonar una condición en la que, aunque él es libre, tienen lugar miedos y peligros constantes; por lo tanto, no sin razón está deseoso de unirse en sociedad con otros que ya están unidos o que tienen intención de estarlo con el fin de preservar sus vidas, sus libertades y sus posesiones, es decir, todo eso a lo que doy el nombre genérico de “propiedad”.

J. Locke: Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil.

Y dado que la condición del hombre (como se ha declarado en el capítulo precedente) es condición de guerra de todos contra todos, en la que cada cual es gobernado por su propia razón, si que haya nada que pueda servirle de ayuda para preservar su vida contra sus enemigos, se sigue que en una tal condición todo hombre tiene derecho a todo, incluso a l cuerpo de los demás. Y, por tanto, mientras persista este derecho natural de todo hombre a toda cosa no puede haber seguridad para hombre alguno (por muy fuerte o sabio que sea) de vivir todo el tiempo que la naturaleza concede a ordinariamente a los hombres para vivir. Y es por consiguiente un precepto, o regla general de la razón, que todo hombre debiera esforzarse por la paz, en la medida en que espere obtenerla, y que cuando no puede obtenerla, puede entonces buscar y usar toda la ayuda y las ventajas de la guerra, de cuya regla la primera rama contiene la primera ley de la naturaleza, que es buscar la paz y seguirla, la segunda, la suma del derecho natural, que es defendernos por todos los medios que podamos.

Th. Hobbes: Leviatán o la invención moderna de la razón.

"Es pues manifiesto que la ciudad es por naturaleza anterior al individuo, pues si el individuo no puede de por sí bastarse a sí mismo, deberá estar con el todo político en la misma relación que las otras partes lo están con su respectivo todo. El que sea incapaz de entrar en esta participación común, o que, a causa de su propia suficiencia, no necesite de ella, no es más parte de la ciudad, sino que es una bestia o un dios".

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