¿Quién teme a la filosofía?
[La gente suele
ser menos deshonesta de lo que se piensa. Esta honestidad en las creencias
propias quizá dé crédito al ser humano], pero desacredita en gran medida nuestro
sistema educativo. En los colegios y universidades se imparte todo tipo de
información, pero no se enseña a nadie a pensar, o a considerar qué es evidente
para qué. Para cualquier persona con la más ligera idea de la naturaleza de la
evidencia científica, tales creencias como las de los astrólogos son por
supuesto imposibles. Pero así son la mayoría de las creencias sobre las que se
basan los gobiernos, como los méritos peculiares de la gente que vive en
ciertas áreas, o de personas cuyos ingresos exceden cierta cantidad. No serviría
de nada enseñar a la gente a razonar correctamente, en la medida en que el
resultado sería minar esas creencias. Si esas creencias se falsaran, la
humanidad escaparía del desastre, pero los políticos no. Por ello, tenemos que ser
mantenidos en la ignorancia a toda costa.
Bertrand
Russell, Sobre los astrólogos.