miércoles, 16 de octubre de 2019

El poder del mito

EL PODER DEL MITO



El Banquete de Platón: Discursos de: Fedro. Pausanias. Erixímaco. Aristófanes. Agatón. Sócrates.

Genealogías y significados de algunos dioses.

Sobre el origen empírico y significado de algunos mitos: Mitos invernales, mitos infernales.

El amor en Empédocles

Entre el mito y el logos

El saber filosófico: paso del mito al logos

Teogonía de Hesíodo y teoría del Big Bang

La piedra filosofal y otros símbolos universales.

Espacio y tiempo míticos.

Pensamiento por analogía.

El poder del mito: material de trabajo

viernes, 11 de octubre de 2019

Teogonía de Hesíodo y teoría del Big-Bang


LA TEOGONÍA DE HESÍODO
Del Big-Bang a la armonía en el universo
 
 

            La creencia oficial entre los griegos sobre el origen de los dioses es principalmente la narrada por Hesíodo, quien nos narra la genealogía de los dioses olímpicos, poniendo como pareja primordial a Urano y Rea. Aunque las versiones van a variar algo según los lugares pero, sobre todo, según la época: en la clásica nos encontramos, por ejemplo, variaciones en la genealogía de Afrodita y Eros (más jóvenes) y en el Helenismo también nuevas versiones. Pero es interesante ver el sentido profundo de estas narraciones míticas, que buscan hacerse, por medio de imágenes y personificaciones, con el sagrado ámbito de lo significativo.

 
De Urano a los dioses olímpicos


            En principio, Urano (el cielo; Saturno romano) está unido a Gea (la Tierra; Tellus romana, a la que se confunde con Cibeles). Urano representa la fecundidad sin límites. No se separa de la Tierra. Genera una serie de monstruos (Titanes[1] y Titánides[2], Cíclopes[3], Hecatonquiros[4]...) informes y desmesurados. Por su insaciabilidad y la repulsión por los hijos que genera, no se separa de Gea, y estos seres permanecen encerrados en el seno materno de la Tierra. Pero uno de ellos, Cronos (el tiempo), alentado por su madre, le castra, y arroja su miembro al mar[5]. Desde ese momento, el cielo se separa de la tierra y sube a lo alto, y se inicia la lucha de los titanes y demás hijos de Urano, bajo la hegemonía de Cronos.

            El mito refleja la generación del cosmos desde una unidad primordial, representada por dos principios contrapuestos, uno activo y generador y otro pasivo y receptor. La castración de Urano y su separación de Gea implica el primer momento diferenciador, y el origen de la evolución del mundo. El cielo es definitivamente separado de la Tierra, y comienza el movimiento, el desarrollo del mundo; pero es un desarrollo sin orden ni concierto, de fuerzas desatadas, salvajes y caóticas.

            Cronos, a su vez, es destronado por su hijo Zeus. Aquél, al igual que su padre, impide el desarrollo de sus hijos, pero esta vez es por miedo a ser destronado y lo que hace es devorarlos según nacen. Su esposa y hermana Rea[6] (una Titánide; Opis romana) le engaña cuando nace Zeus: envuelve una piedra en pañales, lo esconde en los montes de Creta y lo entrega a la nodriza Amaltea, que lo amamanta con leche de una cabra (origen de la Vía Láctea). Cuando es adulto destrona su padre y le obliga a vomitar a sus hermanos[7]. Comienza así la hegemonía de Zeus y los dioses olímpicos.

            Esta generación representa el estadio de las formas y las leyes: la mesura, el orden, los ciclos de la naturaleza, con sus estaciones, la alternancia del día y la noche... De ahí que tengan forma armónica, mesurada y hermosa. A ellos están consagrados los juegos Olímpicos.

            Zeus conserva el poder de la fertilidad (lluvia, rayo, fuerzas del cielo que germinan la tierra... su símbolo es el rayo (teoría meteoritos celestes y fuego del cielo: Sol, estrellas...). Es también dios soberano, y conserva su carácter de dios-padre (carácter etno-político de la divinidad).

            A partir de estas divinidades se desarrollarán otras, que representarán matizaciones o evoluciones de las fuerzas o potencias que representan sus progenitores.



[1] Océano (el río que rodeaba la Tierra), Ceo, Crío, Jápeto (relacionado con el origen del género humano), Hiperión (el padre del Sol, o el Sol mismo) y Cronos.
[2] Tía, Rea, Temis (tal vez una antigua diosa de la tierra, personificaba la ley sagrada que rige el universo), Mnemósine, Febe y Tetis –ésta, con Océano, engendra a Metis (la astucia), primera esposa de Zeus, a la que devora–.
[3] Arges, Estéropes y Brontes, designan respectivamente el rayo, el relámpago y el trueno. Son las armas que entregarán a Zeus para vencer a su padre y a los Titanes. Maestros herreros. Sus espíritus viven en las cuevas del Etna tras ser asesinados por Apolo, en venganza por el asesinado de Asclepios.
[4] Monstruos que, según indica el nombre, tenían cien brazos cada uno y simbolizaban quizá la fuerza salvaje y brutal que solía atribuirse a las primeras generaciones humanas. En alguna tradición aparecen como hijos de estos Pan, Díone, Etna y las Musas.
[5] de ahí nacerá Afrodita, y de las gotas de sangre que caen a la Tierra y la fecundan los Gigantes (imagen mítica de las primeras razas humanas; Giges = nacido de la tierra), las Erinias (espíritus vengadores de los delitos de sangre) y las Ninfas Melíades (literalmente, ninfas de los fresnos).
[6] Es importante en Creta, donde nace Zeus (recordar cultos ctónicos en esta región).
[7] Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón.

Nacimiento y desarrollo de la Filosofía: del arché a la Inteligencia Artificial


lunes, 7 de octubre de 2019

Genealogías y significados de algunos dioses


GENEALOGÍAS Y SIGNIFICADOS DE ALGUNOS DIOSES

 

 

            Dado que las fuentes que nos narran los mitos son variadas, y que las influencias culturales van transformando estos relatos, nos encontramos en ocasiones con distintas versiones de la genealogía de un dios. Éstos son sólo algunos ejemplos de dioses con genealogía diversa o con un origen más o menos destacable.

 

EROS

 Según la versión más antigua, es un dios primordial, que existe desde el origen de los tiempos, hijo del Caos, con Gea y el Tártaro (Platón, en El Banquete, racionaliza las distintas visiones de Eros como el dios más joven y el más viejo de todos, y da una particular versión de su genealogía como hijo de Poros y Penía). Otras tradiciones lo hacen hijo de Afrodita y Ares, o Afrodita y Hermes, o también de Iris y el viento Céfiro, e incluso de la musa Polimnia (de la geometría y la danza, inspiradora de los himnos).

Es una de las fuerzas fundamentales del mundo, ya que gracias a él se asegura la generación y el mantenimiento de las especies. En época alejandrina se le representa como un niño alado que lleva una antorcha y flechas con las que inflama los corazones. Es interesante la representación del “amor ciego” (con los ojos vendados), que simboliza no tanto la ceguera del amor como el conocimiento que implica del amado: no a través de los sentidos, sino del corazón.

 

AFRODITA

        
    Igualmente de origen oscuro, según un mito de procedencia oriental se la hace hija de la espuma (a1fróV) que se amontona en el mar al arrojar Cronos los genitales de Urano al mar. El viento Céfiro la conduce a la isla de Chipre donde es recibida por las Horas. Una genealogía secundaria la hace hija de Zeus y Dione[1] (así aparece en la Ilíada), a quien a veces se asimila con Hera.

Simboliza el atractivo sexual, la belleza y el amor. A sus hechizos sólo se resisten Atenea, Ártemis y Hestia. Considerada a veces como principio disolvente, está más arraigada su visión, presente en Esquilo, como principio de la vida en el universo. Es asignada por Zeus a Hefesto pero, según cuenta el aedo Demódoco en el canto VIII de la Odisea, fue amante de Ares. Con Hermes tendrá a Hermafrodita, y junto con un mortal, Anquistes, engendrará a Eneas.

 



ÁRTEMIS

Hija de Leto y Zeus, hermana gemela de Apolo, diosa de los cazadores y arqueros, su origen significativo se remonta a una primitiva divinidad protectora de los animales, evolución de una divinidad paleolítica, cuando era fundamental la conservación de su medio de subsistencia: la caza.

 Diosa virgen, castigaba a todos los que pretendían seducirla. Identificada mucho tiempo con la Luna (Apolo con el Sol; su sobrenombre “Febo” significa “brillante”).

 

 
 
DIONISOS
 

            Hijo de Zeus y Sémele (hija de Cadmo y Armonía, asociada con la luna), una mortal, hija de Cadmo, el rey de Tebas. Debido a los celos de Hera, ésta la convenció cuando estaba ya embarazada de 6 meses para que pidiese a Zeus que se le mostrase en su aspecto divino, para asegurarse de de que no era un monstruo; al rechazar éste su petición, le negó su lecho; Zeus se encolerizó y lo hizo, y ante el resplandor del dios en forma de trueno y rayo, Sémele murió fulminada. Zeus sólo tuvo ocasión de tomar el cuerpo de Dionisos, rescatado por Hermes, y lo introdujo en su muslo hasta que se desarrolló. Este dios descubrió el secreto de extraer vino de las uvas y lo transmitió a todos los territorios por donde pasó. Dios de la locura divina (manía), asociado a los ritos orgiásticos y el éxtasis, protagonista de unos de los más destacados ritos mistéricos que posteriormente darán lugar al teatro griego (Las Bacantes, de Eurípides).

            También se le atribuye ser hijo  de Deméter, Io (Diodoro Sículo, iii. 62 y 74; iv.4), Dione, Perséfone (con quien Zeus se une bajo la forma de una serpiente) y Lete (Escoliasta sobre las Odas píticas de Píndaro iii.177; fr. órfico 59; Plutarco: Banquetes vii5).





HERMES

 
           Hijo de Zeus y Maya (ninfa hija de Atlante). Mensajero de los dioses. En el Helenismo se fusiona con el dios egipcio Thoth, dios de la escritura y la ciencia, cobrando especial relevancia, bajo el nombre de Hermes Trimegisto, personaje a quien se atribuye la literatura hermética.

 

 

 


ATENEA

Suele decirse que nació sin madre, directamente de la cabeza de su padre Zeus. Pero la tradición más antigua la hace hija de éste y Metis (la astucia), a quien devora estando embarazada. Aconsejado por Gea y Urano, que le habían pronosticado que si Metis tenía una hija después tendría un hijo que le destruiría, decide acabar con el problema devorando a su esposa.




[1] ¿Femenino de Zeus-Dios? Seguramente, su primera esposa. Hija de Urano y Gea según algunas versiones, de Océano y Tetis según otras.