viernes, 20 de septiembre de 2019

Promises. Trabajando el pensamiento crítico.

 

PROMISES
 
 
FICHA TÉCNICA
Año: 2001- Duración: 106 min. País: Israel Dirección: Justine ShapiroB.Z. GoldbergCarlos Bolado. Coproducción Israel-USA.
Premios: 2001: Nominada al Oscar: Mejor documental
2001: Premios Independent Spirit: Nominado al Mejor documental



Sinopsis: Promises es una película documental que ofrece una perspectiva alternativa sobre el conflicto árabe-israelí. Trata del viaje de Goldberg a través de las comunidades palestinas, los asentamientos en la Orilla Occidental y los conocidos barrios de Jerusalén. Allí entrevista a niños de entre nueve y trece años que cuentan cómo es crecer y vivir allí, en sus distintos barrios y asentamientos. Realiza un seguimiento de ellos entre 1995 y 1998. El momento culminante llega cuando consigue poner en contacto a niños palestinos e israelíes. Acaba con un epílogo donde los niños hablan de su experiencia varios años después; en distinto grado, algo ha cambiado en ellos.

 
Ejercicio de reflexión sobre la película  

Contesta las siguientes preguntas:
 

1.    ¿Cómo te has sentido mientras veías el documental? ¿Por qué crees que te has sentido así?
 

2.    ¿De dónde proceden nuestras creencias? ¿Qué relación crees que pueden tener con la razón y nuestra capacidad para el pensamiento crítico?
 

3.    Este documental tiene como tesis la pretensión de que la amistad entre los niños de bandos enfrentados pueda significar un cambio en dirección al diálogo y el entendimiento. Explica por qué el diálogo puede ser una herramienta para la paz.

 


DESARROLLANDO EL PENSAMIENTO CRÍTICO


 

Niveles de reflexión:

1.                  La primera tendencia al abordar este tipo de ejercicios de reflexión es desde la emoción: interés, indignación, miedo, deseo… Las situaciones me suscitan algún tipo de sentimiento; si esa situación es indirecta o no me implica (como ver algo en una película) la emoción se suscita por empatía. Puedo limitarme a actuar conforme a ellas, quedando en conducta (o mi reflexión) meramente emocional o impulsiva.

En este caso, la película me hace sentir bien o mal, me indigna que los niños sufran…

2.         Comprensión/razón: intento saber cómo es posible. Les han educado así, no les dejan conocerse… Normalmente tendemos aquí ya a valorar: yo haría, creo que los políticos deberían… Intento comprender a las dos partes.

Hay que entender que un fanático no es alguien que no razona, sino alguien que razona siempre desde las mismas premisas irrenunciables, sus dogmas, y está imbuido por el sesgo de confirmación.

Para avanzar en la cuestión y profundizar en la verdad, la razón tiene que tender al diálogo: entender el punto de vista del otro profundiza mi comprensión de la realidad. Tendemos a buscar cuál es la solución, y lo primero que hacemos es decir algo obvio: si los políticos hablaran… Pero sabemos que, de hecho, no lo hacen. Aquí puedo quedarme en la mera aceptación estoica de los conflictos; en este caso, siendo un conflicto ajeno, nos es más fácil renunciar a nuestros valores, ya que no nos jugamos intereses.

3.       Reflexión profunda → pensamiento crítico:

Saco conclusiones más allá de lo obvio. Por ejemplo, puedo reflexionar sobre la naturaleza humana. En esta película nos damos cuenta de que los niños de ambos bandos presentan cualidades iguales: respeto a sus mayores, fidelidad al grupo, credulidad, cerrazón, sentimientos de odio, miedo y resentimiento… El tema central es el peso de las creencias en los seres humanos, sus consecuencias en la convivencia y los problemas éticos que conllevan.

Pero más allá de que el ejercicio sea más profundo, me puedo fijar en la estrategia que ha desarrollado BZ para enfrentarse a un problema que moralmente le preocupa.

BZ es un ejemplo de pensamiento crítico al abordar la situación: se le ocurre que, dado que el conflicto está tan fanáticamente arraigado en creencias religiosas, lo mejor es abordar la situación desde edades tempranas, cuando aún nuestra naturaleza se antepone a nuestros prejuicios y podemos mejor identificarnos con el otro niño. Aunque no resuelva el conflicto, nos deja una clave muy interesante sobre el papel de la educación y estrategias para abordar los conflictos del mundo. Para avanzar, habría que plantearse dónde están las trabas; y éstas ya pertenecen al ámbito de los intereses políticos. La tierra ofrece recursos materiales (agua, cultivos, minerales…) y estratégicos. Quizá el problema radique en el interés en mantener ciertas luchas a través de la fanatización o ceguera del pueblo. Quizá es también un problema de la sumisión que el individuo tiene ante la opinión o creencia pública…

Puede que me plantee ¿quién tiene razón? Los argumentos principales son religiosos (no nos convencen porque no pertenecemos a sus religiones), pero hay otros, como las escrituras de la casa, el derecho a vivir donde has nacido… ¿Cómo se puede decidir a quién pertenece la tierra?

Una propuesta alternativa es no responder, sino cambiar la pregunta o, en este caso, anularla. La tierra no nos pertenece; si acaso, nosotros pertenecemos a la tierra. La tierra es hábitat y recursos, desde los principios de la humanidad, cuando el ser humano era nómada, las fronteras e identidades culturales y raciales han ido cambiando. Ofrecer un punto de vista alternativo es una de las estrategias que tenemos que emplear para desarrollar esta competencia que estamos analizando.
 
 

 


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