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MATAR UN RUISEÑOR
(Basada en la novela de Harper Lee)
(Basada en la novela de Harper Lee)
---------Matar un ruiseñor es una de las películas más entrañables, profundas y ejemplares que ha dado el séptimo arte. No ignoro que estos valores de contenido tienen su principal mérito en la autora de la novela, Harper Lee, pero la película ha sabido traducirla a un lenguaje visual sutil, emotivo y sin empalagos, sin atisbos de esa vanidad de autor que en ocasiones empaña el amor a la verdadera finalidad del arte: la obra en sí.
-------Sin estridencias, sin aleccionamientos, sin el más mínimo rastro de autocomplacencia, Atticus Finch se imprime en la retina y en el corazón del espectador como una figura edificante. Su intachable altura moral no acompleja, sino que complace y gratifica. Antes que acusar comprende, antes que juzgar enseña, del único modo verdadero en que se enseña la moral: con el propio ejemplo.
El despliegue de actitudes vitales, de choques de intereses y principios, de valores sociales y universales, están tan perfectamente entramados que el film, lejos de apabullar, adquiere un tono humilde y tierno, como si cada uno de nosotros fuéramos guiados, como los niños, por ese camino de la vida que no tiene otro sentido que la formación de la propia personalidad a través de la comprensión de los otros y de uno mismo.
.............A esta edificante ilustración de sensatez e integridad se suma en el film como valor añadido el ser un reflexivo y fiel retrato de una época, con sus prejuicios y estilo de vida.
-------Sin estridencias, sin aleccionamientos, sin el más mínimo rastro de autocomplacencia, Atticus Finch se imprime en la retina y en el corazón del espectador como una figura edificante. Su intachable altura moral no acompleja, sino que complace y gratifica. Antes que acusar comprende, antes que juzgar enseña, del único modo verdadero en que se enseña la moral: con el propio ejemplo.
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El despliegue de actitudes vitales, de choques de intereses y principios, de valores sociales y universales, están tan perfectamente entramados que el film, lejos de apabullar, adquiere un tono humilde y tierno, como si cada uno de nosotros fuéramos guiados, como los niños, por ese camino de la vida que no tiene otro sentido que la formación de la propia personalidad a través de la comprensión de los otros y de uno mismo.
.............A esta edificante ilustración de sensatez e integridad se suma en el film como valor añadido el ser un reflexivo y fiel retrato de una época, con sus prejuicios y estilo de vida.
TEMA Y ARGUMENTO
En un pueblo ficticio de Alabama, Maycomb, Jem y Scout Finch, junto con su amigo Dill, vivirán durante un verano como una experiencia apasionante y reveladora el juicio que se celebra contra Tom Robinson, acusado de violar a una mujer blanca. Paralelamente, en sus aventuras infantiles se verá involucrada la figura de un vecino misterioso que acabará viéndose imbolucrado en la resolución de la trama: Boo Radley.
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En el argumento podemos distinguir dos tramas:
· En primer plano, la vida y peripecias de los protagonistas, los niños: su enfoque de la vida, su formación moral a través de su relación con su padre Atticus y, paradójicamente añadido, con Boo. En este plano nos enfrentamos al problema de la formación de los valores contrastan
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· En segundo plano, insertado en el primero y forman
,,,,,,,,,,Contrastando estos personajes con el de Boo, la película (y la novela) nos ofrece una encarnación para ilustrar el planteamiento de si la moral es o no independiente del conocimiento, y junto a esto si es o no innata –tema que se podría enfocar en la actualidad desde la perspectiva de la genética–.
LOS PERSONAJES
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Por otro lado, son el punto de vista –la perspectiva– desde el que se desarrolla la trama y en cuanto tal representan el enfoque neutral, objetivo, el punto de fuga desde el que se enfocan exteriormente los conflictos. Estéticamente es una manera de dar profundidad al relato. En este aspecto destaca la niña –la novela es una autobiografía parcial de la autora; como curiosidad, el personaje del niño vecino era en la realidad Truman Capote–.
Atticus Finch: representa la autonomía moral, la integridad absoluta, al margen del honor y la recompensa de cualquier tipo. Su talante se ilustra en la escena donde justifica su aceptación del caso y en la escena de la escopeta, cuya única finalidad es el retrato del personaje. Inspirador de un profundo respeto –represen
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Su actitud final, cuando su hijo puede ser acusado de asesinato, es un ejemplo culminante de moral kantiana: el sentido del deber se antepone a lo que hubiera sido una natural debilidad paterna de ocultar algo que tanto podría perjudicar a su hijo. En última instancia, todos sabemos que lo hace por él: alguien que valora tanto la moral sabe que lo mejor para su hijo es enfrentarse con altura a la vida.
Robert y M
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Boo Radley: representa la inocencia, una moral en bruto y, en cuanto tal, innata, ya que no ha sido modelada por el conocimiento y la razón –de los que en cierto modo carece–. En cuanto inocente, parece desconocer la diferencia entre el bien y el mal, al menos en la medida en que é
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¿Es Atticus Finch la encarnación de la moral tal y como la presenta Kant? Desde luego que sí. Pero hay más en él. Como modelo humano, es también un punto de inflexión para establecer una crítica, o quizá una edificación más completa, sobre esa ética depurada, prístina y pulida, y ahondar más en sus raíces emocionales. Algo nos dice que esa inocencia moral de Boo está presente en la raíz de todo aquél que es capaz de edificarse moralmente, y a través de su razón, a sí mismo.
Yo diría que Atticus no es la encarnación de la moral tal como la presenta Kant. Hay una escena en que le explica a su hjija lo que significa transigir. Creo que Kant no admitiría tal cosa.
ResponderEliminarHola, anónimo. Tendría que revisar esa conversación, porque no recuerdo su contenido. Estoy de acuerdo en que el personaje de Atticus no se puede reducir meramente a la moral kantiana, pero si lo pongo como ilustración es desde la perspectiva del sentido del deber: Atticus se plantea la necesidad de llevar a la ley lo que cree el crimen de su propio hijo, porque así debe ser, y se plantea, desde esa legalidad, cuál debería ser su defensa. Así mismo, trasciende los prejuicios sociales, no gana dinero ni prestigio con su defensa de Tom Robinson, pero es lo que debe hacer. Sí representa la moral al margen de cualquier inclinación sensible, interés o sentimiento, en ese sentido lo pongo como ilustración de la base del planteamiento kantiano (teniendo en cuenta, además, que es una película que pongo en clase para explicar los autores vistos en ética, que no pueden ser muchos y se limita a una introducción a la ética, lógicamente).
EliminarPero dado que has iniciado un diálogo muy interesante, me gustaría enfocar otra perspectiva: la diferencia entre moral y sabiduría. Ciertamente, la moral nos habla del bien y el mal, de cómo debería ser el mundo (Kant es quien primero plantea la moral desde la estructura formal del deber como piedra angular, prescindiendo del contenido). Pero debemos darnos cuenta de que el mundo no es como debe, y de que las acciones de los demás no dependen de nosotros, sino de la voluntad de cada cual. Transigir significa darse cuenta de que no siempre vamos a salirnos con la nuestra, ni siquiera en el sentido moral: aunque "la nuestra" sea la voluntad moral. El mundo es lo que es, por eso el imperativo categórico es un deber ser, y no un ser. Al margen de la moral, tenemos (muy lícitamente) otros intereses que, mientras no interfieran con la moral, también querremos defender (felicidad, subsistencia, placer, amor...). No transgredir la moral (no hacer nada contra ella) no significa que no tengamos otros intereses que podamos defender. Creo que "transigir" no se referirá a permitir algo malo pudiendo evitarlo, sino a aceptar nuestras limitaciones en el mundo.
Cuando tenga ocasión de revisar la escena comentaré algo más concreto sobre ella.
Muchas gracias, anónimo, y un saludo.