NIETZSCHE
CRÍTICA AL SISTEMA OCCIDENTAL Y A LA CULTURA EUROPEA
El elemento en que expresa la cultura es la creación del valor. Cada cultura o civilización crea sus propios valores. Los valores tradicionales que definen la cultura occidental son los siguientes:
En religión: el Cristianismo
En filosofía: la tradición platónica
Nietzsche se va a cuestionar el valor de los valores, analizando cómo se crean, y cuál es su verdadero alcance. La cultura occidental está marcada por la escisión de dos mundos: uno eterno, verdadero, estático, que resultaría ser el fundamento y explicación última del otro: el mundo del devenir, el cambio, la vida. De este modo, nuestra cultura ha ido despreciando todo lo que se refiere a la vida, a los sentidos, al devenir, en favor de un supuesto mundo trascendente que sería el único verdadero, convirtiendo nuestro mundo en apariencia y dándole un carácter marcadamente negativo. Esta escisión podría representarse así:
Mundo suprasensible
Ser = Verdad = Bien = Uno = Dios
------------------------------------------------------
Ente = Apariencia = Mal = Múltiple = Hombre <={ muerte
Mundo sensible
La creación de este mundo trascendente, fundante y eterno, se habría realizado en tres momentos: Platón, Cristo, Kant. Platón crea ese mundo ideal, accesible a través del intelecto; Cristo lo relega a la otra vida y Kant lo hace inaccesible (el "nous"). Nietzsche defiende que hay que acabar con ese mundo trascendente que asfixia y niega valor al segundo. Lo que propone no es quedarnos con el mundo de abajo como mundo aparente o del mal. Al desaparecer la escisión, desaparece la imagen de este mundo como negativo. El mundo del devenir sería entonces el único real, el único bueno. Los valores (verdad, ciencia, instituciones, todo lo que pretende ser invariable y eterno) deben ser revisados, desvirtuados en un proceso nihilista, nadificados, para dejar paso a la creación de valores nuevos, que a su vez tendrán también que ser nadificados. Coloca como única realidad, primer valor: LA VIDA. Como dirá él: “la vida vale más que la verdad”.
La crítica a los valores tradicionales se va a llevar a cabo en tres direcciones: moral, metafísica tradicional y ciencias positivas. Son tres aspectos de lo mismo: de ese mundo trascendente, que no es más que una momificación de los valores occidentales desgajados de su origen humano.
1) CRÍTICA DE LA MORAL
La moral tradicional se opone a la vida, a sus instintos. La base de esta moral es el Platonismo, que creó otro mundo eterno en el que ubicó los valores eternos; ese mundo de las ideas platónico deriva después en el Cristianismo, tomando la forma del "más allá". El eje de la vida pasa a estar en otro mundo, no en éste.
Critica la idea de orden moral del mundo trascendente. Nietzsche dice que ahora el verdadero eje de la moral tiene que ser la vida: la vida es el orden de lo inmanente, parcial y humano. Nos propone una nueva moral: la exaltación de la vida.
Para ello, hay que eliminar a Dios (que es Quien sustenta la moral) para redimir al mundo.
Pero con la destrucción de los valores tradicionales no pretende implantar unos nuevos valores opuestos a los anteriores; lo que busca es una genealogía de la moral: buscar el origen, la fuente de los valores, que es el hombre en su constante creación de formas.
2) CRÍTICA DE LA METAFÍSICA
La metafísica tradicional es fruto de un error básico: la creencia en la antítesis de los valores (verdad/apariencia, bien/mal, ser/devenir, Dios/hombre...) y en que los valores supremos deben tener un origen propio, de otro mundo, porque son más dignos.
Dos ámbitos de su crítica{ - ontológico
- epistemológico
a) Ontología
En su crítica a la ontología tradicional se centra en dos aspectos:
- Denuncia que la ontología tradicional es estática: busca lo eterno, lo "verdadero" en sí, y niega el movimiento.
- Además, la ontología tradicional parte de que el ser no se deja ver, porque parte de la falsedad de los sentidos. De este modo nace el binomio: ser real/ser aparente, lo cual conlleva un juicio negativo de la vida, al ser ésta el ámbito de la cambiante, del devenir.
En su crítica establece cuatro observaciones sobre el origen del error acerca del ser:
– Las razones para ver este mundo como aparente son su realidad, es decir, lo real es precisamente lo aparente, el cambio, el devenir. Las categorías surgen como necesidad de estabilidad: necesitamos cosificar la realidad para poder aprehenderla, asirla, asumirla.
– Las categorías [1] del “ser verdadero” son dignas del no ser: el ser se cosifica por conceptos (el no-ser, para Nietzsche, es lo contrario al devenir, al movimiento; por eso lo que cosifica al ser es su opuesto).
– El otro mundo implica recelo contra la vida, nihilismo (en el sentido negativo: nadificación de la vida).
– La metafísica tradicional es sólo un síntoma [2] de la voluntad de poder: es fruto de la necesidad de racionalizar para hacer frente al caos. Las categorías son ficciones convencionales.
b) Aspecto epistemológico de la crítica a la metafísica
Nietsche va a explicar la génesis de esas categorías, y para ello hace un estudio de la génesis del lenguaje como material a partir del cual construimos el conocimiento.
* Realidad y concepto: El concepto pretende sacar una pluralidad de cosas que, de hecho, nunca son idénticas (el concepto de "caballo", por ejemplo, es una abstracción de los caballos reales, que son plurales y distintos). El proceso para la formación de un concepto es el siguiente:
Sensación -> imagen -> fijación, generalización
¯ ¯
[1] Ver en este blog "vocabulario filosófico básico".
[2] Aquí por "síntoma" hay que entender una cristalización más, entre las muchas posibles, de las creaciones del hombre. Quiere decir que ese mundo ha sido creado por el hombre, y no a la inversa.
metáforas auditivas costumbre
La variedad de sensaciones producen en nosotros imágenes mentales, que utilizamos a modo de metáforas (p.e.: la imagen del sol puede utilizarse como metáfora de la luz, del día, del conocimiento...) y con el paso del tiempo nos acostumbramos a usar siempre las mismas metáforas para las mismas ideas, pasando a solidificarse como conceptos (p.e.: las hojas de papel se parecen a las hojas de los árboles, por lo que se las llama así, "hojas" -o folium-, y después se quedan con este nombre fijo).
Ésta es la génesis de los conceptos. No hay un proceso lógico en ello. Gracias a esta abstracción el hombre hace frente al devenir, por esa necesidad de aprehenderlo o hacernos con él (p.e.: necesitamos reconocer qué plantas son comestibles y cuáles venenosas; por ello las ponemos nombres y las clasificamos, para reconocerlas; pero las que veamos serán cada vez otras plantas). La formación de las ideas platónicas es un ejemplo de esta necesidad de hacer frente al devenir cosificándolo, estructurándolo y jerarquizándolo en categorías.
Ésta es la génesis de los conceptos. No hay un proceso lógico en ello. Gracias a esta abstracción el hombre hace frente al devenir, por esa necesidad de aprehenderlo o hacernos con él (p.e.: necesitamos reconocer qué plantas son comestibles y cuáles venenosas; por ello las ponemos nombres y las clasificamos, para reconocerlas; pero las que veamos serán cada vez otras plantas). La formación de las ideas platónicas es un ejemplo de esta necesidad de hacer frente al devenir cosificándolo, estructurándolo y jerarquizándolo en categorías.
Este proceso, que en principio parece útil, plantea un problema: se produce un “olvido” de la naturaleza metafórica del concepto y se busca en él el “eídos” (idea platónica) o forma misma de las cosas. Así, el concepto se convierte en el eje de coordenadas de la realidad; creemos que hay correspondencia lógica exacta entre sujeto (mente, conocimiento) y objeto (cosa), esto es, entre mi conocimiento de la realidad y la realidad, pero no es así. Con el concepto no aprehendemos la verdadera naturaleza de la realidad, que es cambio y devenir.
*Realidad y lenguaje: La estructura del sistema (de la metafísica y la ciencia que critica Nietzsche, por su estatismo y momificación) se da de antemano en el lenguaje: esta estructura es la gramática. Pero cada estructura gramatical limita o delimita el campo de interpretación: la gramática establece coordenadas de pensamiento, que creemos "las únicas", aunque podrían ser cualesquiera otras.
Pero las funciones filosóficas gramaticales son “juicios de valor fisiológicos y condiciones de vida”: Los ponemos nosotros, no se dan en la realidad es nuestro modo de aprehender (captar, asir, hacernos con) el devenir.
c ) CRÍTICA A LAS CIENCIAS POSITIVAS
La crítica que hace a las ciencias es una crítica a la matematización de la realidad. Sólo nos ayuda a establecer una relación cuantitativa (medible, pesable), pero no cualitativa (qué son realmente las cosas). Esta matematización tiende a uniformar, a anular diferencias reales. (Por ejemplo, la medicina trata todos los cuerpos humanos como si fueran lo mismo, pero cada persona es un mundo distinto de los demás).
Lo que Nietzsche critica no es la. ciencia en sí, sino cierta metodología: el mecanicismo, porque se inspira en la lógica, reductora de la diferencia, que trata el devenir como una apariencia, que tiende a la estabilización formal de las relaciones entre mundo y hombre.
Hay dos aspectos en su crítica a la ciencia y el progreso.
1) La ciencia no puede dar un orden moral al hombre. Nada sabe de pasión, fuerza, placer, etc. No explica al hombre, sino que se explica por éste (es el hombre el que hace la ciencia, no a la inversa). No puede hacer juicios valorativos sobre la vida, esto es, ofrecer una moral que obligue.
2) Está al servicio de los intereses creados, del Estado (como la religión). La tecnología es un ejemplo de ello.
[2] Aquí por "síntoma" hay que entender una cristalización más, entre las muchas posibles, de las creaciones del hombre. Quiere decir que ese mundo ha sido creado por el hombre, y no a la inversa.
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