Lo más triste es que es verdad. El Estado tuvo que dar dinero a bancos y grandes entidades, para que no se hundiera la economía que ya habían hundido ellos. Dinero nuestro. Ahora se forran, mientras aumentan los recortes, se niegan préstamos o se pide un interés demencial... por el dinero, nuestro, que un día les dieron. Ellos no tienen que devolver nada.
Y mientras los demás seguimos diciendo y aceptando que nos digan que estamos en crisis.
¿Qué está pasando? ¿En qué estamos pensando?...
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